"HISTORIAS QUE INSPIRAN...": TAMBOMACHAY
Tambomachay, (quechua: tampu mach'ay, “lugar de descanso”), es reconocido por ser un sitio arqueológico destinado para el culto al agua y para que el soberano del Imperio incaico pudiese descansar. Esta obra de los Incas, se ubica en la cordillera de los Andes, a solo 7 kilómetros de la ciudad de Cuzco, aquí utilizaron su ingenio para canalizar el agua de una pequeña cascada y dividirlo en dos caídas de agua, las cuales son exactamente iguales. Consta de una serie de acueductos, canales y varias cascadas de agua que discurren por las rocas. En este lugar también hubo una especie de jardín real, cuyo regadío provenía de un complicado sistema de canales especialmente hechos para tal función. Es impresionante que, a pesar del paso del tiempo aún discurre agua cristalina por sus acueductos.
Tambomachay sigue siendo un misterio, por un lado, durante mucho tiempo fue considerado como un importante recinto de culto, donde los Incas pedían a los Dioses que lleguen las lluvias para sus cultivos y estos se volvieran fértiles, por lo que algunos también conocen a este lugar como el "templo de la fertilidad". Cuenta la leyenda que, si las mujeres toman de sus aguas pueden concebir con facilidad, si el agua proviene de la caída del lado derecho tendrán un hijo varón y si es del lado izquierdo una mujer. Por el otro lado, la arquitectura que presenta todo el recinto arqueológico sugiere que la construcción tuvo gran importancia en especial porque era el punto de partida y llegada para quienes lleguen al Cusco o salgan en dirección del Antisuyo, confiriéndole al lugar una función más estratégica por ser punto de control para la persona que se desplazaran por el lugar. Tambomachay tenía acceso restringido para el pueblo, solo el Inca y su séquito podían hacer uso de sus instalaciones, en tal sentido, es de suponer que el lugar se usaba para la purificación de las élites que harían ingreso al Cusco.
Al día de hoy lo primero que puede verse al llegar a Tambomachay son algunos muros que dan forma a las fuentes de agua. Las fuentes de agua tienen tres espacios en forma de gradería expuesta en cuatro niveles. En la parte superior, es posible visualizar 4 “ushnus” (plataformas) principales, donde al parecer depositaban algunas momias u ofrendas dedicadas al agua y para propiciar una adecuada purificación. El nivel que continúa hacia abajo es un espacio libre que presenta un canal de agua tallada y también la presencia de 2 “ushnus” u hornacinas de donde el sacerdote dirigía la ceremonia. En el penúltimo, se puede apreciar la segmentación del canal del agua. De esta forma, se permite apreciar que el primer caudal se bifurca en dos caudales que caen de forma simétrica y continua. Todo este recinto está conformado por piedras finamente talladas y de forma almohadillada que le da una perfecta armonía al ambiente.
Al frente de todo este espacio sagrado, se encuentra los restos de un torreón que se construyó sobre una roca, que también es indicio de que pudo ser más un punto de control ideal para divisar la llegada de encomiendas o avistamientos de enemigos. Algunas crónicas señalan que este era el lugar para iniciar con el ritual y las ceremonias conocidas como “Huarachicuy”, donde todos los jóvenes varones se iniciaban como hombres. Esta ceremonia consistía en una serie de pruebas para poner en evidencia las capacidades físicas, habilidades con armas, cacería y fortaleza mental. Una vez logrado esta serie de retos, se le colocaba los “wara” o taparrabos y en algunos casos los pendientes dorados, como señal de que estaban listos para las guerras.
Es así que Tambomachay, es uno de los principales misterios para los arqueólogos puesto que no puede establecerse una funcionalidad concreta, un centro de adoración y culto al agua, un templo de fertilidad o una zona de control estratégico, cualquiera que fuera su función, hoy en día Tambomachay es una evidencia más de la grandeza incaica, de la magnífica labor arquitectónica del imperio que se caracteriza por la exactitud de sus formas, su solidez, su simetría y por buscar que sus construcciones armonicen el paisaje. Es este magnífico patrimonio lo que nos inspira en ILLARI SOUVENIRS, por lo que en su honor y con la misma maestría y armonía con la que labraron este majestuoso lugar hemos creado la hermosa POLERA TAMBOMACHAY, elaborada con el superior algodón peruano y decorado con preciosas mantas andinas que poseen los colores y figuras alusivas a nuestros antepasados, el parte trasera posee un fino bordado con la silueta de Gota de agua que nos recuerda a las grandes obras de nuestros antepasados que hacen a este país único.
Atte,
Team Illari Souvenirs Arequipa.